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Hay diferentes tipos de radar que las autoridades de tránsito utilizan para hacer cumplir los límites de velocidad.

Los más usuales son los fijos.

Pueden estar colocados en la parte posterior de los pórticos ó paneles de señalización, y por tanto difíciles de ver.

Otros son en cabinas en el borde de la carretera. Tienen dos sistemas de control de velocidad: mediante emisión de rayos o por bandas de inducción enterradas en el suelo.

En las ciudades también están los instalados en los semáforos, los cuales miden tanto la velocidad como controlan el saltarse los semáforos en rojo.

Por otro lado existen los móviles o camuflados.

Pueden estar instalados sobre vehículos, los cuales pueden estar parados en el arcén o circulante, Otros los podemos encontrar sobre trípodes más o menos camuflados en el entorno. Una variante de estos últimos son los de pistola, muy comunes en Francia que emiten en rayos láser.

La última generación de radares son los llamados de "tramo". Técnicamente no son radares, ya que lo que hacen es leer la matrícula del vehículo al principio y al final de un tramo de carretera (por ejemplo el del túnel de Vielha) con una distancia conocida e interconectados entre sí. Una vez conocidos la distancia y el tiempo el sistema calcula la velocidad media.

Todos estos aparatos tienen la limitación que sólo pueden controlar la velocidad.

Por esto, la próxima generación de radares, irán más lejos: podrán controlar más parámetros como el cinturón de seguridad, velocidad inadecuada aunque sea legal, distancia entre vehículos, emisión de gases, etc.

En estos momentos ya hay un presupuesto aprobado por la Comisión Europea de 8.2 millones de euros para un proyecto en fase de estudio llamado ASSET (Advanced Safety and Driver Support for Essential Road Transport) y que estará operativo a partir del 2013.

Las autoridades de tránsito no escatiman esfuerzos para reducir la siniestralidad en las carreteras, aunque a veces no se puede dejar de lado un cierto afán recaudatorio.

Con los nuevos sistemas en estudio se quiere primar la seguridad vial con un sistema más justo a la hora de pillar a los infractores de las normas de circulación y no como ocurre ahora que muy a menudo es multado quien por una pequeña distracción se pasa 5 km/h del límite de velocidad, y que no representa ningún peligro para los demás usuarios.

Para saber más:

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